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miércoles, 5 de septiembre de 2007

un sibarita

Mi tío pepe nació hace muchos años.
Desde pequeño se enfrentó al rechazo de su padre y posterior al de la sociedad moralista de esos tiempos en Mexicali.
Adolescente salió de esta ciudad a buscar algo mejor para él. Vivió en varias partes de Estados Unidos y tuvo varios oficios.
Mi tío quería ser abogado, pero no pudo estudiar. Tomaba su maleta, se unía a su grupo de amigos y juntos viajaban pidiendo aventones a quien fuera.
Cuando yo lo conocí, el vivía en Mexicali, se había regresado para cuidar a su mamá; mi nana era su adoración. Vivió con mi bisabuela y 3 tíos huerfanos. Me daba miedo cuando era chica, muy enojón y raro. Recuerdo que Iliana y yo entrabamos a su habitación cuando él andaba en el trabajo, si nos cachaba nos pegaba una corretiza, obviamente para pegarnos un cagadón.
Su carácter era de la fregada, pero fué cambiando con el tiempo. Hizo las funciones de abuelito de unos años para acá. Vió morir a casi toda su familia nuclear.
El cariño especial que tenía por su hermana Zulema (mi bisabuela) lo hizo apegarse mucho a nosotros. Desde hace unos años venía a comer a mi casa todos los días. Llegaba agitado por su enfisema, se sentaba en el patio a darle de comer a los gatos las sobras de la mala comida de mi mamá, después entraba a la sala y jugaba con sus niñas, las perras.
Una vez lo fuimos a dejar a su casa, hacía mucho frio y nos pidió cerraramos las ventanas. El carro se apestó de una manera asquerosa, Iliana y yo nos volteamos a ver para saber quién era el culpable; él se echo a reír y nos dijo pendejas.
Debido al miedo que le tenía de chica tardé mucho en acercarme a él, pero poco a poco fuí descubriendo que el Pepe era un hombre de mundo.
Nunca le conocimos pareja y no tuvo hijos debido a que era homosexual y decidió quedarse soltero, no como muchos de su época que hicieron familia para esconder el secreto y quedarse en el closet.
Todavía a sus 79 años rondaba el taurinos, la mina, entre otros bares de arrabal que tanto le gustaban. Le encantaba que le contara de mis viajes y contrastabamos lo que yo había experimentado con lo que él hacía 50, 60 años o menos había hecho en esas ciudades.
Hace poco mas de un mes, comenzó a ponerse mal, después de una operación en el ojo. Sus pulmones dejaron de funcionar, los riñones y todas esas cosas que le fallan a los viejitos cuando estan por colgar los tenis.
Fui a cuidarlo en varias ocasiones a su casa. La última vez fue especial.
Yo sabía que estaba por cerrar su ciclo así que me dediqué a hacer de sus días algo lindo. Esa noche Edith Piaf nos acompañó. Estaba sentado en su cama, sonriendole al aire y me dijó que en su juventud escuchaba por horas a Edith. Unas lagrimitas salieron de sus ojos y me atreví a preguntarle si le pasaba algo, él me respondió que nada, que esa música era la que a uno lo hacía acordarse de su pasado, recordar aquellas cosas que parecían olvidadas, algunos amores y su joven sueño de visitar Paris.
Me dijo que ya se estaba preparando, que quería descansar.
Finisimos modales, cordial, buen conversador, asiduo lector, amante de la buena música que haga recordar a los amores, fuerte, independiente y tosco para demostrar su cariño, un sibarita.
Hoy murió mi tío mas amado.
Hoy 5 de septiembre mi mamá me despierta con esa noticia.
Lo voy a extrañar mucho.

3 comentarios:

joe dijo...

cuando los tíos sabios (en amor y concordancia) se van, cómo duelen...

abrazos, compañera.

LuCcY dijo...

lo siento mucho.. un abrazo en la distancia..

Silvana dijo...

ohh leí lo de tu tío pepe.

no hay mucho que decir cuando perdemos a personas que amamos.

muchos abrazos

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