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jueves, 9 de abril de 2009

la que viaja

Le intenté intercambiar a mi amigo Franzisco Chimal algo que el desea de mi por algo muy grande que yo deseo desde hace mucho.

Es que en este absurdo en que vive el mundo todo es tan rápido, comida rápida, lectura rápida, licenciaturas rápidas, amigos rápidos, sexo rápido...rápido, rápido, rápido. Pero mis sueños son románticos y el romanticismo es lento.
Soy lenta, lenta de andar, de pensar, de vivir.
Quiero la carta de un amor, uno que sepa tener la paciencia para esperar que llegue su mensaje, paciencia para tener respuesta, paciente para dar, paciente para recibir.
Todos los días reviso el buzón de mi casa con la esperanza que haya algo mas que cobros, información de la nueva tarjeta de crédito (que no tendré) anuncios de comida rápida, propaganda política.
Será que al posible hombre de mi vida se le olvidó escribir en papel y sus letras solo están preparadas para el teclado de la computadora o será que estoy soñando con un romance de antaño que nadie quiere vivir.
Por sí o por no, seguiré esperando con el corazón ilusionado.

6 comentarios:

Abel (el blog no es mio) dijo...

Según mis pobres apreciaciones el mundo se ha vuelto más rápido no sólo por la eficientización de todas las actividades humanas, que tu ya mencionas. Creo que ademas de eso están todas esas metas que nos proponemos alcanzar, en su mayoria absurdas. Pasamos el tiempo esperando, lo fraccionamos, y lejos de ser una letanía se vuelven procesos express. Todo lo queremos rápido, fácil, accesible, así es como dejamos los propositos y renunciamos para alcanzar metas mas cercanas. No podemos perder el tiempo, el tiempo es oro, no es recuperable y todo lo demas. Preferimos la vida rápida a cachitos, nos alienamos, dejamos de ser, fraccionamos la vida, el amor y todas esas cosas cualitativas.


Creo que tenemos en comun esa lenta manera de andar, de pensar, yo aunque presuma de agilidad me pasa igual que con mis alardes de alcanzar largas distancias y profundidades en lo que llama Aute lacteas vias y negros agujeros, jeje, asi que aunque presuma pues tambien soy lenton.

Orizschna dijo...

Tienes razón, a mí el vivir rápido y hacer cosas rápidas nomás me dejó cosas lentas, pero de las feas.
Es mejor tomarse el tiempo, detenerse de vez en vez para pensar y para sentir, sobre todo, a full.
De lo del viernes (hoy) aún no sé que haré, como que ando medio escasa monetariamente y no salí ni a pinche San Felo jajaja.
Que harás tú?.
Saludos Gaby n.n

Orizschna dijo...

Listo, te acabo de agregar

J. A. Méndez dijo...

Vivir de prisa no es agradable, menos si uno se priva de las mejores cosas, que son las que se disfrutan lentamente, y todo lo queremos peladito y en la boca (sin albur), y al final nos queda ansiedad, frustración y una úlcera gástrica.
Estuve hojeando tu blog, me gustó mucho tu gato, debería presentarle a mi gata.

Fernando Hurtado dijo...

donde chingados andas? postea

J. A. Méndez dijo...

Gracioas por tu respuesta en mi blog, mi gata se llama Asuka Mendez Soryuu.

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