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miércoles, 3 de junio de 2009

evaluación

Este es mi tercer día con dolor de panza.
El médico me espera a las 2 de la tarde.
Creo que este dolor y muchos otros que en los últimos meses he padecido se debe a que desde diciembre soy consciente de mi cuerpo mortal. Se lee mamón pero es la verdad.
En la adolescencia pensaba que era inmortal porque nunca me he quebrado algo, nunca me ha salido sangre de la nariz, nunca me han operado y siempre viví como si solo tuviera cabeza, como si debajo de mi cuello no hubiera nada. Vivía flotando.
Ahora que ya estoy grandecita y después de un largo recorrido de excesos, en diciembre me diagnostican la diabetes y todo cambió. Fue en ese momento en que el peso de mi cuerpo me jaló y se hizo notar en un gran alarido que me cimbró toda.
Cómo fue posible que nunca me diera cuenta de que era mortal, falible, frágil, insignificante, como todos los demás. Qué me creí al suponer que la divinidad se depositaría en mi y me haría eterna. Pero con la suerte que he tenido hasta el nombre que llevo me hacía pensar en eso.
Gabriela: elegida de Dios.
Mi cabeza ya no flota en el mundo, mi cuerpo ya no es etéreo; soy una cosa grávida que necesita cuidados.
Qué feo es el dolor, lo bueno es que tarde o temprano se irá.

3 comentarios:

Chris De Lioncourt dijo...

Cómo es posible ser mortal, si hasta cuando se es olvidado aún se lo recuerda.

Salu2

Chris De Lioncourt

J. A. Méndez dijo...

La diabetes si se sobrelleva con los cuidados necesarios no debe ser una enfermedad incapacitante, tú échale ganas y cuídate y vas a ver que vas a estar bien en lo posible, para los dolores de estómago, si son por gastritis (que puede asociarse a diabetes) usa ranitidina antes de cada comida, y si es por cólicos, usa butilhioscina cada que sea necesario.

Orizschna dijo...

No estamos concientes del daño que ocasionamos al cuerpo con nuestros excesos mortales (me incluyo), pero no queda más que tratar de enmendar los estragos de todas las mañanas que dijimos "no lo vuelvo a hacer".
Que estés mejor Gaby, cuídate mucho y nos vemos pronto.

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