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jueves, 7 de febrero de 2008

hija pródiga.

Regresa al hogar materno la hija pródiga.
Después del viaje me encontré con ciertas cosas desagradables, la gente les llama "problemas".
Dichas cosas desagradables me impidieron seguir en la casita que tanto me gustaba, y ahi voy de retache pa la casa de mi mamá.
Tengo mis conclusiones sobre vivir con alguien más.
Vivir con amigos no es sano. Aunque quise desafiar los pronosticos, pasó lo que todas las personas me dijeron: "terminaran mal".
Se necesita más tolerancia para vivir con alguien que no sea de la familia. Para cuando tenemos uso de la razón, ya crecimos dentro de una casita, con papás, hermanos, mascotas, etc. entonces no tenemos antecedentes y crecemos con eso como normal. Entonces adaptarse a vivir con otra persona es difícil; otras costumbres, otra visión sobre el espacio, comida diferente, etc. Entonces se necesita mucha paciencia, tolerancia, hacerse pendejo en algunos momentos y principalmente querer mucho a la persona para aceptarla como es.
Vivir al día no está chilo. Aunque aprendí a que con poco dinero se pueden hacer muchas cosas que en la casa de los padres no hay necesidad de hacer.
Establecer reglas para compartir el espacio es básico. Como no es un matrimonio no hay necesidad de compartir todo, así que cada quien su comida, organizar los pagos, días de limpieza, bla bla bla
Conocer a la persona en su habitat (casas pasadas) es fundamental porque es un aviso sobre lo que puede pasar despues.
Tal véz cuando decida casarme con alguien sea diferente, el amor en ese sentido le dará otro matiz.










1 comentario:

Fernando Hurtado dijo...

ay me hubieras invitado a la mudanda, yo estaria de viene viene y no con el adrian ehh

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