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domingo, 26 de julio de 2009

la última filósofa.

Soy la estudiante de filosofía del raro experimento que hizo la UABC con las humanidades en Mexicali.
Soy la hija más chica y aunque voy a terminar la carrera a los 30 aun así me siento la menor.
Me asusta pensar que soy la última.
Estudiar filosofía en la universidad es una de las experiencias más raras que he tenido, no sé cómo se convirtió en una carrera que exige una certificación para que el filósofo se valide ante los demás, para demostrarles que sabe.
En estos semestres de vago estudio he ido aprendiendo ideas que me marcan, este día las enumero con la esperanza de que algún alma curiosa quiera hacer tan hermosos estudios en esta región tan olvidada de humanismo.
Más filosofía. Menos maquila.
Escribo las enseñanzas que me han dejado algunos pensadores, mis maestros, compañeros y la universidad.

1.- Lee todo lo que puedas, no discrimines cuando vas empezando': al paso del tiempo y la cabeza bien acomodada podrás regresar a lo que haya sido más significativo para ti.

2.-Escribe, escribe y escribe. Crearás mucha mierda, pero tal vez después de tantas páginas podrías encontrar alguna joyita luminosa o si no, por lo menos encontrarás un estilo.

3.- Se respetuoso con todos los pensadores; todos lo merecen, hasta Nietzsche.

4.-No utilices la dificultad de un texto como pretexto para descartarlo.

5.-De cada pensador o escuela has una lista de los conceptos más importantes, aprendelos, tragatelos y se cuidadoso, respetuoso y fiel al usarlos.

6.-Se humilde porque cuando crees que ya lo sabes todo algo pasa que una sola palabra puede hacer que llegues a sentirte un gusano.

7.-Estudia muy bien a Platón, Aristóteles, Kant, Hegel y Marx, porque los vas a soñar.

8.-Duda de todo y busca tus propias respuestas,

9.-No contraigas matrimonio de por vida con ninguna teoría, eso sólo te llevará a convertirte en una mente rígida y arcaica.

10.-Aprecia la belleza que brinda el cambio, pero no te dejes llevar por las modas.

11.-Es válido y normal cuestionar la existencia del Absoluto, pero comportate como si existiera aunque nada ni nadie pueda probarlo.

12.-Lee las notas de pie de página.

13.-Procura, en la medida de tus posibilidades adquirir los libros, las copias no son malas pero fragmentan muy feo las obras.

14.-Acuerdate siempre que los demás no tienen el deber de saber lo que tú sabes.

15.-Trata de ser amigo de tus maestros. Las discusiones en confianza siempre son mejores.

16.-No encierres tu pensamiento entre las paredes de un salón de clases.

17.-Decir "no sé" es mejor que hablar sin sentido.

18.- No te olvides de la realidad de vez en cuando.

19.-Aprende Latín y Griego a como de lugar.

20.-Se libre.

21.-Ser filósofo es un estilo de vida. Vive la filosofía hasta las últimas consecuencias aunque te quedes loco.

22.- No ataques, las personas están preparadas para eso; mejor ríete.

23.-No temas decir que eres filósofo.

24.-Procura a los niños, tienen las mejores preguntas.

25.- Siempre trabaja para construir algo mejor.

26.-Nunca te olvides de la historia y menos de la que cuentan los vencidos; buscala.

27.-Se amigo del silencio y has las paces con tu soledad.

28.-Como filósofo es poco probable que te conviertas en millonario, pero es más probable que estés consciente de tus necesidades y le encuentres la justa dimensión del dinero.

Estoy en la mitad de mis estudios académicos, pero sé que aun acabando la carrera sólo estaré en el principio de una vida de estudio y compromiso.

Me hubiera gustado mucho que alguien me dijera todo esto al empezar filosofía.

sábado, 11 de julio de 2009

uuuyyy

"Cuando nos vimos por primera vez, no hicimos sino recordarnos. Aunque te parezca absurdo, yo he llorado cuando tuve conciencia de mi amor hacia ti, por no haberte querido toda la vida."

Antonio Machado

viernes, 3 de julio de 2009

un insulto que halaga

Ayer un buen imbécil me aventó en la cara, según él, un insulto que tiene que ver con que no sé qué quiero ni qué busco. Quedé tan satisfecha con mi respuesta que pienso ampliarla un poco y compartirla.

No tiene sentido diferenciar entre lo que quiero y lo que busco, porque lo que se quiere se busca.

Hace tiempo creía que la vida se podría presentar tal y como pasaba en mi mente, que si me esforzaba mucho por obtener algo lo lograría, pensaba que todo debía de tener un orden en tiempo y espacio.
Sorpresa!!!
Estudiar derecho, comprar carro nuevo, vestirme de traje sastre, trabajar en el poder judicial y tener muchos amigos al final no era lo que quería.
Estudiar Ciencias Políticas, trabajar para una tesis de doctorado, un partido político o la administración pública, tampoco fue el camino.
Nunca llegó el hombre alto, narigón, guapo, educado, buen lector, semental y loco por mi.
Nunca conté con las depresiones, el accidente de mi padre, enamorarme, atreverme a estudiar filosofía, encontrar un maestro inspirador, Kundera y el Marqués de Sade.
Pensé que sabía lo que quería y cuando me di cuenta de que esos planes no se realizaron porque no conté con los accidentes tuve una crisis, me colapsé.

La sorpresa consiste en haberme dado cuenta de que la vida es fortuita y no una serie de eventos que suceden como uno espera que sean.
Saber qué es lo que se quiere es generar expectativas sobre todos los ámbitos de la vida, planear es dibujar sobre un papel imaginario aquellas cosas que se quieren alcanzar.
Saber qué es lo que se quiere es estar sin movimiento, quedarse rígido ante el destino y eso es sólo para idiotas. Es vivir en función del tiempo.

Tuve sacos llenos de certeza que se han convertido en bichos alados de muchos colores, que vuelan a donde sea, con quien sea, cuando sea, mueren y salen más.
Ahora prefiero dejarme llevar, pensar en que ahora hago lo que me da la gana, voy a donde quiero, con quien quiero y no estoy sujeta a un gran plan de vida, porque me parece absurdo planear.
El concepto de vida es muy raro y muy absurdo por eso la gente hace este tipo de cosas, creen que la vida es un periodo de tiempo lineal que sucede obedeciendo el destino que prediseñó el absoluto y que con mucha fe y trabajo se logrará todo lo que se planeó.
Platique usted con una persona que sabe lo que quiere. El resultado por lo general habla de cosas materiales, una carrera exitosa, una pareja amorosa. Qué pasa con lo otro, qué pasa cuando las cosas no salen bien, lo único que queda es la frustración.
Es mejor no saber qué quiero, qué espero y dejarme llevar con la corriente y dejar que mis bichos alados hagan lo propio: volar libremente.

Ahora cuando alguien me vuelva a decir que no sé lo que quiero, estaré muy agradecida que de manera rara haya reconocido en mi un pedacito de libertad.

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